Hipoteca puente, Hipoteca Cambio de Casa y Créditos Puente

Muchas personas o familias que ya disponen de una vivienda hipotecada, tienen la necesidad de cambiar su residencia. Puede ser, por ejemplo, porque necesiten una casa más grande cuando la familia se amplía. O porque necesiten trasladarse por motivos laborales. O por cambiar a una vivienda mejor.

Pero, como todos sabemos, una vivienda ni se compra ni se vende de la noche a la mañana. Al vender, no hay que precipitarse, y hay que tratar de conseguir el precio más alto posible. Y la vivienda a la que nos traslademos muchas veces será de obra nueva y adquirida sobre plano al promotor, y por tanto, estará sin terminar (y a veces, sin empezar). Aunque también podremos comprar vivienda usada.

¿Cómo disponer de dinero para comprar una vivienda nueva sin haber vendido la vivienda actual?

La mayoría de entidades financieras y crediticias ofrecen a sus clientes productos denominados Crédito Puente, Hipoteca Puente, Hipoteca Cambio de Casa y otros nombres similares. El funcionamiento de estos productos suele ser similar, con las particularidades que pueda tener cada entidad.

Básicamente, se presta un dinero para afrontar los gastos de la nueva compra (entrada o reserva, traslado, notario y registro a la firma, etc.) a cambio de hipotecar las dos propiedades. Como muchas veces no hemos firmado aún la nueva compra, el préstamo suele ser personal para pasar a ser, en el momento de la firma, un crédito hipotecario.

El banco nos dará un período máximo para que vendamos la propiedad actual desde que nos concede el crédito (puede ser 24 meses, 36…). En ese período pagaremos sólo intereses, o cuotas reducidas que se amplían al vender la antigua propiedad.

Otra modalidad consiste en que el banco te concede el nuevo crédito hipotecario (siempre que hipoteques también la propiedad antigua) y en el período de transición hasta la venta de la anterior vivienda sólo pagas la hipoteca nueva. Una vez vendida, esta segunda hipoteca aumenta sus intereses o cuotas para compensar la pérdida sufrida por la entidad por no haber pagado la hipoteca antigua durante el tiempo de transición.

Cada entidad, como dijimos, tiene sus particularidades en este tipo de productos (unas financian hasta el 100% de la nueva vivienda, otras no, unas ofrecen plazos mayores, otras menores etc.), por lo que nos convendrá especialmente recopilar ofertas de varios bancos y cajas y compararlas, así como negociar correctamente para conseguir el menor coste posible o las mejores condiciones.

En este sentido, hay que procurar que el plazo de transición sea suficientemente largo para lograr el fin que se pretende, es decir, que no nos veamos agobiados por la necesidad de vender. Además, nos conviene que no sea gravado por comisiones el hecho de acortar el plazo de transición si firmamos la nueva escritura antes de lo previsto.

Ventajas de los créditos puente

En resumen, este tipo de productos ofrece varias ventajas para las personas que quieran cambiar de casa. En primer lugar, permiten vender sin prisas, y por tanto, no malvender. Y a la vez, permite adquirir una casa sin necesidad de vender la anterior, por lo que no perdemos oportunidades de comprar la casa deseada y nos guardamos de futuras subidas de precios (el vendedor no se ha de esperar a que vendamos para darle el dinero).

Inconvenientes de los créditos puente

Pero también puede tener inconvenientes, pues al tener que hipotecar las dos propiedades, incurriremos en gastos dobles de notaría, registro, impuestos, etc. Además, hemos de hacer bien los números, para asegurarnos que la futura situación financiera con el nuevo crédito será asumible.

En cualquier caso, parece el producto perfecto para cambiar de casa sin vernos acuciados por las prisas para vender y comprar.